La primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, solicitó equipo militar no letal para reunirse con el presidente Yoon Suk Yeol en Seúl el martes, siguiendo a un portavoz presidencial.
Zelenska recibió una visita a Seúl como enviada presidencial de Ucrania. Yoon saludándola y expresando sus condolencias a las víctimas y al pueblo de Ucrania, dijo el portavoz Lee Do-woon.
La primera dama dijo a Corea del Sur que estaba suministrando equipo militar no letal, como detectores de minas, equipos de destrucción y primeros vehículos auxiliares. También expresó su esperanza de que las empresas surcoreanas participen en el proceso de reconstrucción de Ucrania, dijo Lee.
Nadie quería armas letales y felices que entendieran las dificultades de Corea del Sur para suministrarlas a Ucrania, según un funcionario de la oficina presidencial.
Después de iniciar la guerra en Ucrania, Corea del Sur ha mantenido firmemente su postura de no suministrar armas letales a un país en guerra.
Yoon, en respuesta, dijo que Corea del Sur «apoyaría activamente a Ucrania» en cooperación con los países de OTAN y la comunidad internacional, agregó Lee.
Zelenska también se reunió al separarse de la primera dama de Corea del Sur, Kim Keon Hee, quien elogió el «valiente y devoto» Zelenska logrado en medio de una guerra, como Lee.
Más información: El secretario general de OTAN, Jens Stoltenberg, llamó a principio del año en Corea del Sur a reconsiderar su norma de no exportar armas a países en conflicto para que los pudiera ayudar a armar en Ucrania. Stoltenberg citó a Alemania, Noruega y Suecia, país candidato a miembro de la OTAN, como países que cambiaron su política de exportación de armas para ayudar a Ucrania.
Asimismo, un documento filtrado por los servicios de inteligencia del Estado muestra una conversación detallada entre dos altos funcionarios de la seguridad nacional sorprendidos por la preocupación del Consejo de Seguridad Nacional del país por una petición estatal sobre las municiones que envía Estados Unidos a Ucrania. Siguiendo el documento, uno de los funcionarios sugirió una forma de eludir la política sin cambiarla: vender las municiones a Polonia. El documento despertó polémica en Seúl.